AL CORDERO INMOLADO
(Rima Jotabé melódico)
Salvador de las almas, predicaste
la Palabra, y a muchos perdonaste.
Mas traición tú sufriste por dinero,
entretanto te odió pueblo muy fiero,
condenándote al cruel y vil madero.
Fue tu vida ofrendada cual cordero.
Mas tu sangre lavó mis transgresiones;
desde entonces te sigo entre aflicciones.
Agradezco el perdón, pues me salvaste,
y a pesar de mi angustia, yo en ti espero
con el alma entregada en oraciones.
INGRID ZETTERBERG
No hay comentarios.:
Publicar un comentario