OTOÑO, TE ESPERO
(Décimas encadenadas)
Dicen que el otoño llega
mas no lo veo llegar,
su vaho anhelo aspirar;
sus pardas hojas me niega.
Su brisa fresca que juega
con la niebla en el sendero
es lo que en las tardes quiero,
mas se aleja muy cansado
con su nostalgia en el prado
y el sabe que yo lo espero.
Y él sabe que yo lo espero
por los versos que me ofrenda
y va regando en la senda,
su ausencia no la supero
¡Ay, mi otoño compañero!
Tus árboles amarillos
junto al canto de los grillos
son mi paz bajo la luna
que se espeja en la laguna;
tú haces mis días sencillos.
Tú haces mis días sencillos,
mas ya te sientes muy viejo;
vuela cerca un azulejo
y en su pico regalillos
que son unos papelillos
con tus versos otoñales,
que serán cual recitales
que dormidos en mi pecho
despertarán, yo sospecho
cuando me arranques los males.
Cuando me arranques los males
mi viejo otoño, mi amigo,
ocres hojas que bendigo
crecerán estacionales
en arboledas joviales
y las almas pulirán
versos que se expandirán
por el mundo literario
y haré un nuevo poemario
y sus letras vivirán.
INGRID ZETTERBERG
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