MI COMPAÑERA
(Soneto Sáfico)
Guitarra mía, lloras en lamento
anocheciendo junto a mi tristeza.
Tus musicales cuerdas son pureza
para mi blanca noche en aislamiento.
En mi balcón tus notas yo las siento;
y en mi regazo vibras con destreza.
En tu madera hay alma con majeza,
guitarra mía, música en el viento.
Mi compañera en horas de dolor,
porque llorando estás en melodía
tan afinada, grave; con amor.
Y por lo tanto, rítmica labor
en tu armonioso acorde hay cada día,
mi compañera en noches sin fulgor.
INGRID ZETTERBERG
Nada me haría más feliz que tocar una guitarra, pero ni eso aprendí amiga. Viendo en retrospectiva pienso que me perdí de muchas cosas importantes por dedicarme a trabajar desde chamaco. Como por ejemplo esto, el templar una guitarra, o bailar, o ver crecer a mis hijos. De nada sirve arrepentirse a estas alturas, pero duele amiga, duele mucho haber perdido mi tiempo en cosas temporales. Abrazos y mis sinceras felicitaciones, querida amiga.
ResponderBorrarAmigo querido, no digas eso, nunca es tarde para aprender algo nuevo. Uno de mis hijos varones aprendió a tocar de oído nada más....y domina la guitarra clásica y la guitarra eléctrica. Pero también se pueden recibir clases a cualquier edad. Aunque sea con un profesor particular que vaya a tu casa a enseñarte. Mientras estamos vivos hay esperanza, hay oportunidades...Fíjate que yo aprendí a escribir poesía clásica recién hace dos años....ya de 69 años aprendí...y no me detuve hasta dominar varios estilos. Estudié sola en internet, nadie me enseñó...por eso nunca te rindas amigo. Podrías hasta comprar una guitarra usada que esté en buenas condiciones, y verás que ese será el principio de tu triunfo. Gracias por estar presente entre mis versos. Es un privilegio que me visites. Un abrazo grande.
ResponderBorrar